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La fiesta de la microbiota

En la esclerosis múltiple para qué sirve la vitamina D3 Sorprendente

noviembre 14, 2024
Indice

    La importancia de comprender todas las opciones en el manejo de la esclerosis múltiple

    Recibir un diagnóstico de esclerosis múltiple puede sentirse como una encrucijada. Y no es fácil quedarse de brazos cruzados. Enfrentarse a los desafíos que presenta esta enfermedad impulsa a muchos de nosotros a investigar más allá de los tratamientos convencionales. En esta búsqueda, la vitamina D3 aparece como una posible aliada, conocida por su papel en la modulación del sistema inmunológico.

    Este artículo resume mi viaje de aprendizaje, respaldado por estudios de expertos en medicina, y ofrece una guía que espero pueda ser útil para quienes transitan este camino. Analiza la evidencia científica en torno a la vitamina D3 y la esclerosis múltiple, y presenta un enfoque integral que también abarca la microbiota intestinal y el rol de la vitamina K2 en la correcta absorción de la D3.

    Esclerosis múltiple y vitamina D3: Una relación compleja e investigada

    La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad en la cual el sistema inmune ataca la mielina, la capa que protege las fibras nerviosas, lo que genera problemas en la comunicación neuronal. Los bajos niveles de vitamina D3 se han asociado con un mayor riesgo de EM. La vitamina D3 es crucial para el sistema inmune y se sintetiza principalmente a través de la exposición solar. Estudios recientes indican que niveles adecuados de vitamina D3 pueden reducir la inflamación, controlar la respuesta inmune y, posiblemente, disminuir la frecuencia de los brotes en personas con EM.

    La vitamina D3 actúa sobre las células T del sistema inmune, promoviendo una respuesta equilibrada y menos agresiva, algo esencial en enfermedades autoinmunes. Aunque aún no es una cura, la vitamina D3 parece ser una pieza importante en el control de los síntomas de la EM y una posible medida preventiva. Además, la evidencia apunta a que combinar vitamina D3 con vitamina K2 podría optimizar sus beneficios, evitando efectos secundarios negativos y ayudando a que ambas trabajen en sinergia.

    La relación entre vitamina D3 y EM es un área activa de investigación, y si bien aún quedan preguntas sin respuestas yo estoy haciendo mi propia investigación, aunque en este caso, solo se basará en mi experiencia y en cómo responde mi esclerosis múltiple (EM). Como muchos pacientes, llegué a conocer los tratamientos convencionales, pero algo que surgía en mis lecturas y consultas fue la importancia de la vitamina D3.

    «La vitamina D3 se ha asociado con un menor riesgo de recaídas en la esclerosis múltiple (Simpson et al., 2011).»

    La microbiota intestinal y su impacto en la esclerosis múltiple

    Otro aspecto relevante en el tratamiento de la EM es el equilibrio de la microbiota intestinal, que influye directamente en el sistema inmunológico. Estudios recientes han descubierto que una microbiota saludable puede reducir la inflamación sistémica y ayudar a regular la respuesta inmune. En los pacientes con EM, es común que la diversidad de la microbiota esté comprometida, lo que puede empeorar la sintomatología y predisponer al cuerpo a ataques autoinmunes.

    Aquí es donde la vitamina D3 juega un papel dual, al contribuir no solo a la regulación inmune, sino también al equilibrio de la microbiota intestinal. La vitamina D3, en sinergia con una dieta rica en probióticos y fibra, puede fomentar el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, ayudando a reducir la inflamación y fortaleciendo el sistema inmune desde dentro. Este enfoque integral mejora las probabilidades de gestionar mejor la EM.

    Personalmente, decidí hacer cambios en mi alimentación e incluir probióticos como parte de un enfoque integral que busca no solo controlar, sino mejorar mi salud general.

    ¿Cómo afecta la vitamina D3 a la microbiota?

    Mejora la diversidad microbiana, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterias.Fortalece la barrera intestinal, reduciendo el riesgo de permeabilidad intestinal (leaky gut), una condición que podría agravar las enfermedades autoinmunes.Modula las respuestas inflamatorias, ayudando a reducir los ataques inmunológicos descontrolados.

    ¿Cómo actúa la vitamina D3 en el sistema inmune de pacientes con esclerosis múltiple?

    La vitamina D3 ayuda a “reentrenar” el sistema inmunológico para que responda adecuadamente y no ataque los tejidos del cuerpo. Actúa modulando las células T, que en personas con EM atacan erróneamente la mielina y causan daño neurológico. La vitamina D3 regula estas células y reduce la inflamación, favoreciendo una respuesta inmune menos agresiva y más equilibrada.

    El impacto positivo de la vitamina D3 en el sistema inmunológico ha sido confirmado por diversos estudios que indican que mantener niveles adecuados puede reducir la frecuencia de los brotes. Sin embargo, la D3 no debería consumirse de forma aislada: se ha demostrado que su efectividad aumenta cuando se combina con la vitamina K2. Esta combinación reduce los riesgos de acumulación de calcio en lugares inadecuados, un efecto secundario potencial de la D3 cuando se toma sin la K2.

    En mi caso, la vitamina D3 me ha permitido tener cierta sensación de control sobre un proceso que a menudo parece fuera de nuestras manos, aunque aún es pronto para determinar si ese control es ilusorio o real.

    Vitamina D3 y K2: Una combinación esencial

    Una de las claves para el uso seguro y efectivo de la vitamina D3 es su combinación con la vitamina K2. La K2 actúa como “guía” en el metabolismo del calcio que la D3 moviliza en el cuerpo. Sin la K2, la D3 puede conducir calcio hacia tejidos y órganos incorrectos, como los riñones o arterias, creando el riesgo de calcificaciones peligrosas. La vitamina K2 se asegura de que el calcio se dirija a los huesos, donde realmente se necesita, en lugar de acumularse en arterias o riñones.

    En personas que toman suplementos de vitamina D3, la deficiencia de K2 puede llevar a problemas a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares o cálculos renales. Diversos estudios han señalado que la vitamina K2 mejora la seguridad y eficacia de la D3, siendo especialmente relevante para aquellos que buscan mejorar sus niveles de vitamina D para gestionar enfermedades autoinmunes como la EM. Este enfoque también tiene el beneficio adicional de proteger la salud ósea, crucial para pacientes con condiciones crónicas.

    El Protocolo Coimbra: Un trtatiento de altas dosis de vitamina D3

    El Protocolo Coimbra es una alternativa que utiliza altas dosis de vitamina D3 para el manejo de enfermedades autoinmunes, incluida la EM. Creado por el neurólogo brasileño Dr. Cícero Coimbra, este protocolo se basa en la hipótesis de que muchas personas con enfermedades autoinmunes tienen una “resistencia” a la vitamina D y, por lo tanto, necesitan dosis más altas para alcanzar efectos terapéuticos. Esta terapia debe ser supervisada por un médico especializado debido a los riesgos asociados, incluyendo un estricto control de los niveles de calcio en sangre y la inclusión de vitamina K2 para evitar calcificaciones no deseadas.

    Los pacientes que han seguido el Protocolo Coimbra reportan mejoras en su calidad de vida, pero también es importante tener en cuenta que este tratamiento no es adecuado para todos. La vitamina D3 en altas dosis aumenta la necesidad de K2 para regular el calcio, por lo que los médicos que aplican el protocolo supervisan cuidadosamente estos niveles y ajustan la suplementación de K2 según sea necesario, pero si creo que es una opción interesante que vale la pena explorar con un profesional especializado.

    Evidencia científica y dosis recomendadas de vitamina D3 en la esclerosis múltiple

    La investigación sugiere que mantener niveles adecuados de vitamina D3 en sangre puede contribuir a una mejor gestión de la EM. En términos generales, las dosis diarias recomendadas para personas con EM oscilan entre 2,000 y 5,000 UI, aunque en algunos casos se prescriben dosis más altas. Los especialistas recomiendan mantener niveles de vitamina D3 en sangre entre 40 y 60 ng/ml. Este rango podría ayudar a reducir la actividad de la enfermedad y disminuir la frecuencia de los brotes.

    Sin embargo las investigaciones desde el protocólo coimbra muestran resultados postivos en dosis más altas, las cuales pueden rondar hasta 10,000 UI, siempre con una supervisión constante basandose en analíticas de sangre y orina para tener un control del nivel de calcio, así como unos niveles de vitamina D más altos en sangre siendo estos no menores de 70ng/ml.

    La combinación con vitamina K2 es esencial, especialmente para dosis altas de vitamina D3. Los estudios sugieren que una ingesta de 100 a 200 mcg de vitamina K2 diaria puede prevenir problemas asociados con la calcificación y dirigir el calcio a los huesos. Esta combinación hace que la suplementación de D3 sea más segura y efectiva, reduciendo los riesgos de efectos secundarios.

    Pero nuevamente menciono la diferencia en cuanto a las dosis administradas mediante el protocólo coimbra.

    Factores que influyen en la absorción de vitamina D3

    La absorción de la vitamina D3 depende de varios factores, como la exposición solar, la dieta y el estado de salud del intestino. Además, la biodisponibilidad de la D3 mejora al tomarla con alimentos ricos en grasas saludables, ya que es una vitamina liposoluble. Otro factor relevante es la edad y posibles problemas hepáticos o renales, que pueden interferir en la capacidad del cuerpo para metabolizar la vitamina D.

    Además, la vitamina K2 también requiere absorción adecuada, y es común en alimentos fermentados como el natto o ciertos quesos. Sin embargo, en caso de deficiencia, la suplementación puede ser más efectiva para alcanzar los niveles deseados. Para quienes no pueden acceder a estos alimentos, la suplementación es un enfoque seguro, especialmente cuando se combina con probióticos que benefician la microbiota y ayudan en la absorción intestinal.

    Un enfoque completo para mejorar la calidad de vida en la esclerosis múltiple

    La vitamina D3, junto con la K2, puede ser una herramienta valiosa en el manejo de la esclerosis múltiple. Ambos nutrientes trabajan en sinergia para equilibrar el sistema inmune, reducir el riesgo de calcificaciones y dirigir el calcio a los huesos, protegiendo la salud cardiovascular y renal. Aunque no existe una cura definitiva para la EM, este enfoque integral ofrece beneficios tangibles en la calidad de vida.

    Al integrar la vitamina D3 y K2 junto con cambios en el estilo de vida, la alimentación, y el monitoreo de la microbiota, es posible crear una estrategia de salud más robusta. La combinación de estos elementos es un recordatorio de que, en el manejo de la EM, la clave está en adoptar un enfoque holístico y personalizado que integre todas las herramientas disponibles.

    Aunque este artículo refleja mi experiencia y aprendizaje, es fundamental recordar que cada persona es única.


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    Citas en meciones

    Introducción: ¿Qué es la vitamina D3 y su relevancia en la esclerosis múltiple?
    Referencia: Holick, M. F. (2007). Vitamin D deficiency. New England Journal of Medicine.
    Enlace: https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra070553
    Referencia: Wacker, M., & Holick, M. F. (2013). Sunlight and Vitamin D: A global perspective for health. Dermato-endocrinology.
    Enlace: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3897598/

    Relación entre la vitamina D3 y la esclerosis múltiple
    Referencia: Simpson, S., Jr., et al. (2011). Higher 25-hydroxyvitamin D is associated with lower relapse risk in multiple sclerosis. Annals of Neurology.
    Enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21280079/
    Referencia: Ascherio, A., & Munger, K. L. (2007). Environmental risk factors for multiple sclerosis. Part II: Noninfectious factors. Annals of Neurology.
    Enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17702000/

    Impacto inmunológico de la vitamina D3
    Referencia: Cantorna, M. T. (2008). Vitamin D and its role in immunology: Multiple sclerosis, and inflammatory bowel disease. Progress in Biophysics and Molecular Biology.
    Enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18675573/

    Dosis recomendada y precauciones sobre la vitamina D3
    Referencia: Ross, A. C., et al. (2011). The 2011 report on dietary reference intakes for calcium and vitamin D from the Institute of Medicine: What clinicians need to know. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
    Enlace: https://academic.oup.com/jcem/article/96/1/53/2833677

    Conclusión: Futuro de la investigación sobre vitamina D3 y esclerosis múltiple
    Referencia: Smolders, J., et al. (2008). Vitamin D as an immune modulator in multiple sclerosis, a review. Journal of Neuroimmunology.
    Enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18640064/
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