Cuando Tomar protector de Estómago-La guía que necesitas para decidir con responsabilidad

El famoso «omeprazol». En los últimos años, los llamados protectores de estómago (IBP) como el omeprazol se han convertido en una solución común para cualquier molestia gástrica. Sin embargo, ¿es realmente necesario tomarlos? Aquí vamos a desglosar cuándo son útiles, cuándo pueden ser un problema y cómo tomarlos de forma responsable.

Además, te hablaré desde mi experiencia personal, ya que en su momento el uso indiscriminado de estos medicamentos empeoró una hipocloridia causada por la Helicobacter pylori. Si quieres saber más sobre mi historia con esta bacteria y cómo influyó en mi salud, puedes leer mi experiencia personal aquí.

¿Qué son los protectores de estómago y cómo funcionan?

Los protectores de estómago, como el omeprazol, lanzoprazol o pantoprazol,etc, pertenecen a una familia de medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP). Su función principal es reducir la producción de ácido gástrico bloqueando las células parietales del estómago.

¿Para qué se utilizan?

• Tratamiento de úlceras gástricas o duodenales.
• Reflujo gastroesofágico (RGE).
• Gastritis severa.
• Esófago de Barrett (complicación del RGE crónico).
• Prevención de daños gástricos por medicamentos como antiinflamatorios (AINEs).

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La automedicación con protectores gástricos es muy común, pero no siempre está justificada. Estos son los casos en los que sí es recomendable:

1. Cuando estás bajo tratamiento con AINEs:

Si tomas medicamentos como ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno de forma regular, un protector de estómago puede prevenir daños en la mucosa gástrica ¿pero ojo!, me refiero a cuando es de forma regular.

2. Si tienes una enfermedad gástrica diagnosticada:

• Úlceras gástricas o duodenales confirmadas.
• Reflujo gastroesofágico crónico, (pero aquí siempre buscar la causa y no quedarse solo con la «tirita»)
• Gastritis severa con daño visible en una endoscopia.

3. Para tratar infecciones por Helicobacter pylori:

Durante el tratamiento de erradicación de esta bacteria, se utilizan protectores gástricos para reducir la inflamación producción de ácido gástrico y permitir que los antibióticos sean más efectivos.

4. Si tienes problemas gástricos asociados a enfermedades autoinmunes:

En casos de enfermedades como el síndrome de Zollinger-Ellison, donde se produce un exceso de ácido gástrico, los IBP son esenciales, pero es muy poco común, con lo cúal, siempre valora otras posibilidades.

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¿Cuándo NO deberías tomar un protector de estómago?

Aunque su uso está muy extendido y es un carmelo habitual cuando se trata de cualquier molestia gástrica, los protectores de estómago no siempre son necesarios y pueden tener efectos secundarios importantes.

1. Para aliviar molestias ocasionales:

La acidez puntual no requiere un tratamiento crónico. En estos casos, es mejor optar por soluciones naturales o antiácidos de venta libre, algunos pueden ser los que mencioné en este artículo.

2. Si tu problema es hipocloridia:

Como ya expliqué en el artículo sobre gastritis por hipoclorhidria e hiperclorhidria, muchas veces los síntomas de acidez no se deben a un exceso de ácido, sino a una producción insuficiente. En estos casos, un protector gástrico puede empeorar la situación, afectando la absorción de nutrientes clave como la vitamina B12 y el hierro.

3. Uso prolongado sin supervisión médica:

El uso continuo de de los mal llamados protectores de estómago puede causar efectos secundarios como:

• Disbiosis intestinal: Alteración de la microbiota por la falta de ácido gástrico.
• Mayor riesgo de infecciones: El ácido estomacal actúa como barrera protectora contra bacterias y virus.
• Déficits nutricionales: Como mencioné antes, la hipocloridia puede generar problemas de absorción de nutrientes esenciales.

La importancia de un diagnóstico adecuado

Uno de los mayores errores es asumir que todos los síntomas gástricos se deben al exceso de ácido. Sin un diagnóstico claro, puedes estar tratando un problema inexistente y creando otros nuevos, también gracias a las nuevas y cada vez más, investigaciones sobre la microbiota intestinal, se conoce que muchos síntomas asociados a nivel gástrico, pueden tener su punto de partida en el intestino. Puedes leer un artículo sobre la microbiota intestinal aquí.

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